Circuito de Fortalezas Poco Conocidas en Cusco

El Cusco no es solo Machu Picchu o Sacsayhuamán. A lo largo de su geografía andina se esconden fortalezas y centros administrativos que fueron clave en la defensa del Tahuantinsuyo y en la organización territorial de los incas. Hoy forman parte de un circuito alternativo, ideal para los viajeros que buscan experiencias auténticas, paisajes impresionantes y un contacto profundo con la historia viva.

En este recorrido se integran cinco joyas arqueológicas poco masificadas: Waqrapukara, Huchuy Qosqo, Pumamarca, Kanamarca y Vitcos–Rosaspata con Ñusta Hisp’ana. Cada una tiene su propia narrativa, su estilo arquitectónico y su papel histórico en la resistencia o consolidación del imperio.

Cómo llegar

• Desde Cusco ciudad, punto de partida de todos los viajes, se pueden tomar transportes hacia las provincias de Acomayo, Calca, Urubamba, Espinar y La Convención.

• Waqrapukara (Acomayo): viaje por carretera hacia Sangarará o Huayqui, seguido de una caminata de entre 2,5 y 3,5 horas.

• Huchuy Qosqo (Calca): accesos desde Lamay (3 horas de ascenso) o desde Tauca (4 a 6 horas de travesía con paso alto andino).

• Pumamarca (Urubamba): ruta de senderismo de medio día desde la plaza principal de Ollantaytambo.

• Kanamarca (Espinar): se llega desde Yauri, capital de Espinar, a través de un desvío corto por carretera; el sitio está a más de 4 000 m de altitud.

• Vitcos y Ñusta Hisp’ana (La Convención): acceso vía Quillabamba y Huancacalle; desde allí se camina entre 1 y 2 horas hasta las ruinas.

Clima

• Temporada seca (abril a octubre): la más recomendada para caminatas, con cielos despejados y temperaturas frías por las noches.

• Temporada de lluvias (noviembre a marzo): senderos húmedos y verdes, ideales para fotografía, pero con riesgo de barro y lluvias intensas.

• Altitudes: van desde los 2 800 hasta más de 4 100 metros; se recomienda aclimatarse en Cusco o en el Valle Sagrado antes de realizar trekkings largos.

Historia y atractivos de cada fortaleza

Waqrapukara – La fortaleza con cuernos

Ubicada en lo alto del cañón del Apurímac, esta construcción sorprende por su forma bicorne, como si fueran dos cuernos que se alzan hacia el cielo. Fue un centro ceremonial y defensivo a la vez, posiblemente vinculado al culto al dios Teqsi Wiracocha. Su ubicación estratégica permitía vigilar los valles y rutas hacia la Amazonía. Hoy es uno de los destinos de trekking más espectaculares y aún conserva un aire místico.

Huchuy Qosqo – El Pequeño Cusco

Situado a 3 650 m sobre el valle de Lamay, fue la residencia de descanso del Inca Wiracocha y escenario de la transición del poder hacia Pachacútec. Sus terrazas, murallas y depósitos demuestran una planificación urbanística avanzada. Antes de los incas, la cultura Killke ya había ocupado el lugar, lo que explica su diversidad constructiva. Las vistas al Valle Sagrado son inolvidables.

Pumamarca – La ciudad del puma

Construida en tiempos preincas y luego adaptada por los incas, esta fortaleza tenía como fin controlar el valle del río Patacancha y reforzar la defensa de Ollantaytambo. Su nombre, “Puma-marka”, alude al puma, animal sagrado de los incas. Se caracteriza por su mezcla de arquitectura militar y agrícola, rodeada de andenes y caminos que aún se mantienen en uso por los campesinos locales.

Kanamarca – Capital del pueblo K’ana

Localizada a 4 050 m en la provincia de Espinar, Kanamarca fue el centro principal del pueblo K’ana, conocido por su valor guerrero y su lealtad a los incas en las batallas contra los chancas. Su arquitectura incluye recintos rectangulares y circulares, kanchas, plazas y espacios ceremoniales. Es un sitio poco visitado, pero con una gran carga histórica como símbolo de identidad de la nación K’ana.

Vitcos–Rosaspata y Ñusta Hisp’ana – La resistencia inca

En la selva alta de Vilcabamba se encuentran estas fortalezas, último bastión de los incas frente a la conquista española. Vitcos–Rosaspata fue residencia de los últimos gobernantes como Manco Inca y Túpac Amaru I. A pocos minutos está Ñusta Hisp’ana, la “Roca Blanca”, un santuario tallado en piedra donde se realizaban ceremonias sagradas. Estos lugares resumen el espíritu de resistencia y dignidad del Tahuantinsuyo.

Precios referenciales

Los precios de ingreso son variables, gestionados por comunidades o por el Ministerio de Cultura en algunos casos. A modo orientativo:

• Waqrapukara: entre S/ 10 y S/ 30 (contribución comunal).

• Huchuy Qosqo: alrededor de S/ 22 adultos y S/ 10 estudiantes.

• Pumamarca: libre en muchos casos, aunque puede haber un aporte voluntario de S/ 5 a S/ 10.

• Kanamarca: generalmente gratuito, con posibilidad de contribución comunal.

• Vitcos y Ñusta Hisp’ana: ingreso con aporte local y pago a guías en Huancacalle.

Actividades recomendadas

• Trekking de aventura: rutas escénicas en Waqrapukara, Huchuy Qosqo y Vitcos.

• Fotografía arqueológica: terrazas y andenerías en Pumamarca y Huchuy Qosqo.

• Intercambio cultural: contacto con comunidades campesinas y andinas en Espinar, Calca y Acomayo.

• Historia viva: aprender sobre la resistencia inca en Vilcabamba.

Hoteles recomendados

• Cusco ciudad: hoteles boutique en el centro histórico o San Blas.

• Calca/Lamay: hospedajes rurales en el Valle Sagrado para visitar Huchuy Qosqo.

• Ollantaytambo: desde hostales económicos hasta hoteles de categoría media cerca de la estación de tren.

• Espinar (Yauri): alojamientos sencillos y funcionales para explorar Kanamarca.

• Huancacalle: pequeños hostales familiares, con servicios básicos, ideales para pernoctar antes de visitar Vitcos y Ñusta Hisp’ana.

Gastronomía local

Cada punto del circuito ofrece especialidades regionales:

• Acomayo: caldos y sopas andinas como el chairo, además del tradicional cuy al horno.

• Valle Sagrado: trucha fresca, maíz gigante, kapchi de habas y chicha de jora.

• Espinar: platos típicos como huatia (papa horneada en tierra) y kankacho.

• Vilcabamba: frutas amazónicas como cacao y cítricos, que complementan la dieta serrana.

Consejos de viaje

• Aclimatarse 2 días en Cusco o en el Valle Sagrado antes de subir a más de 3 500 m.

• Llevar agua suficiente, bastones de trekking, bloqueador solar y ropa de abrigo.

• Contratar guías locales para comprender la historia y apoyar la economía comunal.

• Evitar el uso de drones sin autorización oficial.

• Respetar siempre las estructuras y senderos marcados.